Gratitud por el perdón
El día de ayer me encontré con el libro de Obras escogidas de Agustin de Hipona Tomo II de Alfonso Ropero, y quiero compartir una prate de lo que escribió Agustin de Hipona. Espero que como a mi; esta lectura pueda invitarles a meditar en esa grcia de nuestro Dios. Fue obra de tu gracia y de tu misericordia el que hayas derretido como hielo la masa de mis pecados, y a tu gracia también soy deudor de no haber cometido muchos otros; pues ¿de qué obra mala no habría sido capaz uno que pecaba por gusto? ¿Con qué pagarle a mi Señor el que mi memoria recuerde todo esto sin que mi alma sienta temor? Te pagaré con paga de amor y de agradecimiento. Confesaré tu Nombre, pues tantas obras malas y abominables me has perdonado. Fue obra de tu gracia y de tu misericordia el que hayas derretido como hielo la masa de mis pecados, y a tu gracia también soy deudor de no haber cometido muchos otros; pues ¿de qué obra mala no habría sido capaz uno que pecaba por gusto? Pero todo me lo has perdonado: lo malo que hice con voluntad y lo malo que pude hacer y, por tu providencia, no hice. ¿Quién podría, conociendo su nativa debilidad atribuir su castidad y su inocencia a sus propias fuerzas? Ese te amaría menos, como si le fuera menos necesaria esa misericordia tuya con que condenas los pecados de quienes se convierten a ti. Ahora bien, si hay alguno que llamado por ti escuchó tu voz y pudo evitar los delitos que ahora recuerdo y confieso y que él puede leer aquí, no se burle de mí, que estando enfermo fui curado por el mismo médico a quien él le debe el no haberse enfermado; o por mejor decir, haberse enfermado menos que yo. Ese debe amarte tanto como yo, o más todavía; viendo que quien me libró a mí de tan graves enfermedades, le ha librado a él de padecerlas.